Este 8 de marzo, aún mucho que reivindicar.

Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, desde el Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid, alzamos una vez más nuestra voz para visibilizar las desigualdades que aún existen entre mujeres y hombres.

Queremos reconocer la labor de todas las mujeres, que luchan y reivindican los derechos laborales, y la igualdad real y efectiva, en una sociedad aún marcada por la cultura patriarcal, con desigualdades patentes a diario.

El movimiento feminista logró grandes avances, pero su distribución es desigual en todo el planeta y estos logros alcanzados en el siglo XIX y XX, como el derecho al voto, la incorporación al mercado laboral de las mujeres, acceso a la educación y los anticonceptivos, no han seguido su progresión en el siglo XXI.

Entre otras, figuras como Jane Addams, Mary Richmond, Concepción Arenal, fueron trabajadoras sociales y activistas. Su ejemplo debe resurgir en nuestro imaginario colectivo ya que alcanzar la igualdad pasa, ineludiblemente, por la movilización, tanto en los despachos como en las calles, por la acción y la protesta, para que todas, independientemente de cómo vivamos y donde vivamos, tengamos derecho a ser libres.

Pese a los avances, aún queda mucho por hacer: las mujeres siguen soportando la mayor parte de los cuidados y carga mental en los hogares, son las trabajadoras que tienen menor salario y peores condiciones de trabajo, y las profesiones feminizadas tienen menos valor que las masculinizadas; esto incluye todas las profesiones relacionadas con los cuidados, que tienen menor acceso a puestos directivos incluso dentro de su ámbito laboral.

Por ello, este año queremos recordar algunos de los hechos y datos alarmantes que durante el 2023 han corroborado que la desigualdad sigue patente en la sociedad, obtenidos del Ministerio de Igualdad; del Instituto de la Mujer y de la ONU:

• Según datos de Ministerio de Igualdad, en 2023 hubo 58 asesinatos a mujeres, por violencia de género, nueve más que en 2022, con un total de 1243 desde 2003.

• Las noticias sobre agresiones sexuales y el aumento de denuncias de esta violencia ha ido en aumento exponencialmente en 2023. Dato que no tiene en cuenta aquellas que, por miedo, vergüenza, sumisión, miedo a no ser creídas, no denuncian. Está demostrados que las mujeres que en su mayoría denuncian las diferentes formas de violencia sexual son aquellas que en que el agresor en una persona desconocida. Cuando la personas en familiar o conocida las denuncias bajan radicalmente.

• En 2023 se dieron 10 premios Nacionales de Investigación, ninguno de los cuales fue para una mujer, los 10 fueron dados a hombres.

• La tasa de actividad de las mujeres ha aumentado significativamente en los últimos 40 años, pero sigue estando alrededor de 10 puntos por debajo que la de los hombres.

• La brecha salarial de las mujeres es de más de 5.000€ y apenas se ha reducido en 20 años. Siete de cada diez 7 de cada 10 puestos de jornada parcial son ocupados por mujeres.

• Ha aumentado el número de familiar monomarentales y familias unifamiliares, sobre todo en mujeres mayores de 70 años.

• El 56 % del alumnado en universidades son mujeres, pero son minoría en las disciplinas STEM, con un 37%.

• Ha aumentado la presencia de mujeres en cargos políticos, aunque no tanto en alcaldías, presidencias autonómicas y Gobierno.

• Menos del 1% de las mujeres y niñas viven en países con altos niveles de empoderamiento femenino e igualdad de género.

• Las desigualdades de género empeoran el acceso de las mujeres a la prevención, detección y atención del cáncer.

Aún queda mucho por luchar para que estos derechos conquistados sean efectivos y reales en las vidas de todas las niñas y mujeres, y no sólo de unas cuantas privilegiadas. En este punto, nuestra profesión y nosotras, las mujeres que la desempeñamos, tenemos una obligación profesional y moral de continuar propiciando el cambio.

Por todo ello es necesaria una mirada de justicia social, de derechos humanos igualitarios, de equidad en salud, y un largo etcétera, que desde la Comisión de trabajo Social y Feminismo se consideramos clave en el desarrollo profesional del trabajo social.