Esteban Buch (doctor en Trabajo Social): «Para prevenir el suicidio debemos empezar llamando al problema por su nombre»
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicido es la cuarta causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años. Por ello, es vital que, como sociedad, estemos alerta de los posibles indicadores de advertencia de riesgo de suicidio.
Las señales pueden dividirse principalmente en dos categorías: las que son verbales y las que están relacionadas con la conducta. “Las verbales las podemos identificar con frases que denotan cierta desesperanza. Es decir: ojalá me duerma y no me despierte, soy una carga para los demás… Y la conducta podemos verlo a través de comportamientos que no son habituales en la persona”, explica Esteban Buch, doctor en Trabajo Social y coordinador general de Diaconía.
En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, el experto profundiza en esta cuestión en un vídeo promovido por el Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid (COTS Madrid). En él, analiza aspectos tan relevantes como las estrategias o los enfoques que se utilizan para abordar esta cuestión de manera empática y efectiva. De igual forma, profundiza en los recursos de prevención más eficaces y en la intervención temprana y gestión del riesgo de suicido en la intervención de la trabajadora social.
Tal y como apunta Buch, es determinante conversar con la persona que siente tendencias suicidas sin juzgarla y cuestionarle si ha pensado alguna vez en hacerse daño o quitarse la vida. Según el doctor en Trabajo Social, estas estrategias son clave para el drenaje emocional de la persona. “Las principales estrategias o enfoques dependen mucho del ámbito donde se lleven a cabo. Principalmente, lo que es recomendable es hablar”, indica el profesional.